El centro, situado en la calle Alcántara, está abierto de 8 de la mañana a 8 de la tarde, incluidos los fines de semana, y es uno de los primeros en España de este tipo, ya que se dedica exclusivamente a mayores con algún tipo de demencia senil. Además, dispone de un pequeño microbús que recoge a los ancianos en sus domicilios.

"Nuestro objetivo", explicó Morillas, "es tratar a personas mayores que comienzan a sufrir algún tipo de demencia snil, incluida la enfermedad de Alzheimer. En este centro acogemos a los enfermos en fase leve o moderada de la demencia, nunca en situación grave, ya que significaría romper la marcha del centro".

En el centro María Wolff se trabaja con técnicas de animación mental y físicas, orientadas a potenciar la rehabilitación general del anciano a fin de mantener su independencia y autoestima, ejercitar su memoria, aliviar dolores articulares, recuperar la movilidad de los miembros y mitigar ansiedades y depresones.

"Lo único que pretende el centro es potenciar el bienestar físico y psíquico de ancianos con fuerte dependencia de un familiar, que a su vez necesita de un tiempo para él mismo", agregó.

La estancia más cara es de 89.000 pesetas, aunque existe una tarifa para cada situación personal e incluye comida, merienda y cena.

La atención de los mayores en el centro, que dispone de sala de música, sala de televisión y vídeo, cuartos de baño adaptados, comedor y sala de trabajo, la realizan auxilares de clínica y geriatría, terapeuta ocupacional, ATS, médico geriatra, psicólogo, podólogo, fisioterapeuta y trabajador social. El centro, que comenzó a funcionar el pasado mes de diciembre, tiene capacidad para 30 personas.