Para CCOO, el anteproyecto supone un importante paso adelante, "ya que sitúa una situación, siempre traumática, en el terreno de la libertad de las mujeres, sin que la presión de otros 'poderes' vinculados al corporativismomédico y judicial, a las fuerzas conservadoras, o a la misma iglesia pueda ser determinante en la conducta final de aquellas".

Consideran que deben mejorarse en la tramitación parlamentaria algunos capítulos del anteproyecto que afectan fundamentalmente a la objeción de conciencia de médicos y personal sanitario y a las dificultades económicas que puedan derivarse en algunos casos, para poder afrontar la interrupción voluntaria del embarazo.

"Será necesario precisar mejor en el texto final que seapruebe en el Parlamento el marco de actuación de médicos y sanitarios en el ejercicio de su derecho a la objeción de conciencia, para que en la práctica no resulte imposible hacer uso de un derecho establecido por la ley", señala el comunicado.

Por último, los responsables de la Secretaría de la Mujer de CCOO indican la necesidad de que se observen con mayor rigor las dificultades económicas que pueden tener algunas mujeres, ya que no se contempla el cuarto supuesto como una prestación del Servicio Ncional de Salud.