En una carta pastoral titulada "La píldora RU-486 o el cuestionamiento progresivo del derecho a la vida", el también arzobispo de Madrid advierte de que la comercialización de la píldoa abortiva, que el próximo mes de septiembre se empezará a distribuir en hospitales, va a aumentar el desamparo de la vida del no nacido.

"De nuevo se van a ensayar medidas", argumenta, "en las que se pone en juego el destino y la dignidad de la persona humana. Pudiera sonar a grandilocuente y exagerado lo que vamos a decir; pero mucho es de temer que estemos jugando con el hombre, que estemos jugándonos al hombre".

Según el presidente de la Conferencia Episcopal, la RU-486 aumentará la desproteción de los no nacidos, ya que mantiene que su distribución y comerciaización supone seguir avanzando imparablemente "en la dirección de la cultura de la muerte".

Además, el cardenal asegura que esta píldora entraña graves riesgos para la salud de la madre, aunque su uso evite el trauma que acarrea la intervención quirúrgica.

"Porque a nadie se le escapa que el uso del citado fármaco", agrega, "facilita médicamente el aborto en proporciones insospechadas. En primer lugar, porque induce a consideralo y valorarlo, con mejor o peor conciencia, como un asunto privado que atañe solamente a la persona de la madre. Y, en segundo lugar, porque la inclina a tratar la vida del hijo de sus entrañas en las primeras semanas de la gestación como una cosa".

Finalmente, Rouco hace un llamamiento a todos los cristianos, para que defiendan en todos los ámbitos el derecho a la vida.