El prelado deploró la "indiferencia" con que se debate en el Parlamento la ampliación de la Ley del Aborto, y subrayó que "esos pequeños tieen la vida pendiente de un hilo: la conciencia de algunos diputados".

Carles denunció que "en el Congreso de los Diputados, tras un doble empate, con la misma indiferencia con que se hubiera dado un resultado de fútbol, no se había aprobado el proyecto de ley que aceptaría el cuarto supuesto para el aborto".

"Por empate se habían salvado por esta vez muchas vidas de seres humanos inocentes. Del todo inocentes, porque no se les da tiempo ni de nacer. Estos pequeños tienen su vida pendiente de un hlo: las conciencias de algunos diputados", apuntó.

El prelado agregó que "viendo el número de partidarios de la muerte, de defensores de la muerte de inocentes, habremos de gritar todos, muchas veces, en favor de la vida, de la vida biológica y moral".

A su juicio, "nuestra civilización va haciendo del claustro materno el lugar más peligroso para un niño", puesto que su vida "en el seno materno depende de la decisión de los demás".

Asimismo, puso de manifiesto la "paradoja del hombre científco y técnico, que, de una parte, hace retroceder la muerte pero que, de otra, la provoca como nunca lo hiciera antes", con el aborto y la eutanasia, por lo que lamentó que "se menosprecia la vida" y "nuestro mundo hiede cada vez más a muerto".