El nuevo coopresidente de la compañía, Isidre Fainé, aseguró que la operación ha salido "cuando ha salido", negando así las críticas de algunos sectores que apuntaban que la falta de un gobierno en Italia habría acelerado la operación.

"Llevamos tres años detrás de esta operación y se ha lanzado cuando se ha creído oportuno. Cuando se sale con un chica uno se enamora y más tarde toma una decisión y en este caso la decisión es la de casarse", indicó Fainé.

Además, dijo que no se trata de un matrimonio "ocasional", sino de un matrimonio que se respeta y con vocación de "estabilidad".

Fainé comparó esta nueva compañía con un equipo mixto entre los clubes de fútbol Barcelona y Milán. "Ambos deberían ganar la Copa de Europa y un equipo conjunto sería lo bueno. Eso haremos nosotros", apuntó.

Tras la fusión, los principales accionistas de Abertis serán Schemaventotto, con un 24,9%; ACS con un 12,5%; Grupo "la Caixa" (11,7%); Caixa de Catalunya con un 2,9% y Strieba con un 2,8%.

En este sentido, Isidre Fainé dijo que los socios tienen "carácter de permanencia", lo que aporta estabilidad a la nueva compañía.

DIVIDENDO EXTRAORDINARIO

La fusión de estos operadores, que podría producirse en la segunda quincena de noviembre, supone la creación de un líder mundial en la gestión de las infraestructuras, puesto que operará en 16 países y tendrá una plantilla cercana a las 20.000 personas.

No obstante, la cúpula directiva del nuevo operador aseguró que no está riesgo la situación actual de la plantilla y que, por el momento, no se ha planteado ninguna reestructuración de ambas entidades.

La fusión establece un canje de una acción de Abertis por una de Autostrade y prevé igualmente la distribución de un dividendo extraordinario de 3,75 euros por título a los actuales accionistas de Autostrade.

Según los planes detallados hoy por la compañía, la sede corporativa estará en Barcelona, si bien Autostrade mantendrá su sede operativa en Roma.

El actual consejero delegado de Abertis, Salvador Alemany, ocupará el mismo cargo en el nuevo gigante de las infraestructuras, mientras que la presidencia se repartirá entre Isidre Fainé y el actual presidente de Autostrade, Gian Maria Gross-Pietro.

Además, la nueva compañía, que en Italia mantendrá la marca comercial de Autostrade, contará con un gobierno corporativo paritario de 11 consejeros españoles y 11 italianos.

Respecto a la facturación que podrían alcanzar en el mercado, los responsables apuntaron que se situará en torno a los 6.000 millones de euros. Esto hará que el valor final de la empresa alcanzará los 48,4 millones de euros, con una capitalización bursátil de 25,2 millones de euros.