El momento se produjo después de que Abascal interviniera en la sesión de investidura y acto seguido todos los diputados de este grupo abandonaran el Hemiciclo sin esperar la respuesta del candidato, Pedro Sánchez.

Antes de terminar su discurso, Abascal avisó de que no se iban a quedar a escuchar las “mentiras” y los “embustes” que iba a pronunciar Sánchez en respuesta al líder de Vox. Por ello, bajó de la tribuna de oradores y uno a uno, los diputados de esta formación fueron abandonando sus escaños. Desde su escaño, Sánchez respondió que los diputados de este partido “han renunciado al debate, así que queda todo dicho”.

Fue entonces cuando el líder de Vox y los diputados de su partido se dirigieron desde la Cámara Baja hasta las inmediaciones de la plaza de Neptuno, donde había congregados un centenar de manifestantes.

Abascal y sus diputados saludaron a los congregados, que recibieron al político con gritos de 'Abascal, presidente' y 'Puigdemont, a prisión".