Durante un acto de campaña electoral celebrado en la Plaza de Santo Domingo de Guadalajara, Abascal añadió que Page es un señor que "vive de hacer como que no es el otro", Sánchez, y que muestra con él unas diferencias "calculadas", ya que dice que le molestan "algunas cosas", como lo de las listas de EH Bildu o la caza, pero al final "no es más que un cómplice” sus políticas".

En este sentido, ante casi unas 1.000 personas que acudieron a la plaza, comentó que si Page está “tan en desacuerdo” con ciertas cosas de Sánchez, entonces, “por qué no rompe” y funda “otra alternativa”. Según Abascal, lo que hace es una “estrategia” que le sirve para “obtener el poder y mantenerse en él”.

Asimismo, avisó de que la política de “la mentira sólo sirve para que la izquierda se eternice en el poder”, “destruya la democracia, la separación de poderes, pisotee nuestras libertades, destruya la unidad nacional y acabe con la concordia de los españoles”. “A la izquierda hay que combatirla”, alertó, y añadió que el PSOE es la España al revés, mientras Vox "es la España del derecho”.

PARTIDO POPULAR

Sin embargo, señaló que esto no solamente lo hace el PSOE, sino que “hay que ver al PP”. Sobre los populares, afeó que en Aragón dicen “una cosa del agua” y otra en Murcia. En este sentido, volvió a recriminar al PP que apueste por que gobierne la lista más votada, aunque en algunos territorios exista una mayoría para ponerse al frente entre el partido de Alberto Núñez Feijóo y Vox.

Ante esta situación, defendió que el objetivo de Vox es “derogarlo todo” y “echar” a la izquierda, aunque señaló que “no será fácil" ni “acabar con todo lo que han hecho”, especialmente porque su “compañero de viaje”, refiriéndose al PP, “no tiene las cosas muy claras todavía”.

“Ya las tendrán claras, según vaya creciendo Vox y según vaya convirtiéndose en una fuerza cada vez más poderosa y mayoritaria en la alternativa, y después en la primera fuerza política de España. Ya se irán enterando, el problema es que será tarde para ellos”, subrayó.

DEBATES

Asimismo, criticó que en España, hace cinco años, “no se podía hablar de determinadas cosas” y se había “decretado” el “fin de los debates”, si se refería a inmigración eras “xenófobo”, si estabas en contra de las políticas feministas que “enfrentan” a hombres y mujeres "te llamaban “machista”.

Había, continuó, un “árbitro de corrección política para sacarte tarjeta roja, cancelarte y estigmatizarte”. Sin embargo, celebró que Vox vino a poner “patas arriba” ese debate, a no aceptar esas “reglas del juego” y defender “la verdadera libertad de expresión y de conciencia y a llamar las cosas por su nombre”. “Si Vox no existiera habría que inventarlo”, concluyó.