En una entrevista con Servimedia, Serna argumentó que la historia del catolicismo refleja que las crisis de vocaciones están "ligadas al exceso de bienestar".

"Tendemos a no necesitar ni de nada ni de nadie, ni siquiera de Dios. En cambio, cuando vienen las pruebas, las dificultades, pronto surge la exclamación: ¡Ay Dios Mío!, hasta los no creyentes lo dicen".

En este sentido, comentó que la actual "abundancia de vocaciones en la India, toda Asia, en África, es lo que nosotros conocimos en los años 50 o 60, después de grandes crisis".

"Cuando uno se da cuenta de que se te van esos valores que tú habías colocado y puesto toda tu esperanza para ser feliz, que se te hunden, al final lo que descubres es que realmente vale la pena optar por valores que son permanentes y que no se esfuman", apostilló.

A su juicio, "no tenemos por qué asustarnos" ante esta crisis "pasajera y cíclica" de vocaciones religiosas. "Me parece importante el número (de vocaciones), pero es todavía más importante la calidad y tenemos que tender hacia la calidad", subrayó.

Por otro lado, el abad de Silos se refirió a las nuevas formas de pecar reconocidas desde el Vaticano, entre ellas, no reciclar la basura.

"Ciertamente, nosotros debemos ser los guardianes de la naturaleza y la tierra en la que vivimos, degradar esa tierra y hacerla inhabitable, ciertamente es un pecado", dijo Serna, que concluyó que "mejorar la naturaleza es digno de alabanza en estos momentos, ya que es urgente y necesario".