Según informó la compañía, este proyecto, que va a beneficiar las interconexiones eléctricas entre Massachussets, New Hampshire y Maine, así como entre este último Estado y Canadá, supondrá la inversión de alrededor de 1.400 millones de dólares en una línea eléctrica de alta tensión de 800 kilómetros que atravesará 75 ciudades y pueblos.

Además de fomentar la integración de las energías renovables en el sistema eléctrico de toda la región, contribuirá a reforzar la fiabilidad y eficiencia del suministro a los clientes.

La iniciativa, cuya culminación está prevista para 2015, no sólo supondrá la creación de hasta 3.100 puestos de trabajo durante su construcción, sino que contribuirá sustancialmente a mejorar la economía de Maine, explica Iberdrola.

De hecho, se trata de la mayor de toda la historia en el ámbito de las infraestructuras energéticas de este Estado y de la primera vez en 40 años que se renueva y mejora la red de transmisión eléctrica en el mismo.

Este sistema será capaz de proporcionar todos los datos necesarios en tiempo real para que la compañía pueda resolver, en el menor periodo de tiempo posible, las incidencias que pudieran producirse en el suministro eléctrico.