En la defensa de dicha proposición, que fue rechazada con 175 votos en contra frente a 159 favorables y 8 abstenciones, la portavoz de Turismo PP, María Salom, denunció que el turismo se haya convertido en “la hermana pobre del Ministerio de Industria” al tiempo que alertó contra la “pérdida de peso del sector en el conjunto de la economía”.

El PP planteaba un IVA superreducido del 4% a los servicios de hostelería, al acampamiento y los balnearios, a los restaurantes, a los suministros de comidas y bebidas para consumir en el acto así como al transporte de personas y sus equipajes.

Para la parlamentaria popular, que defendió que el turismo “debe ser una prioridad en una política económica que busque el crecimiento y la creación de empleo”, la aplicación de un IVA superreducido serviría “para “mejorar la competitividad” del turismo y evitar precisamente que el sector “siga perdiendo peso en nuestra balanza exterior y en el conjunto de la economía”.

Asimismo, Salom lamentó que al Gobierno “le ocupen poco tiempo las políticas turísticas” mientras el sector ha atravesado y atraviesa por una situación “delicada, complicada y preocupante” con las cenizas volcánicas, los conflictos con los controladores aéreos, el incremento del IVA, el incremento de las tasas o la supresión de la Secretaría de Estado.

Por último, concluyó que “valdría la pena que el Gobierno hiciese los deberes porque hay una oportunidad de negocio y, más importante aún, una oportunidad de crear nuevos puestos de trabajo”.