Por el contrario, sólo un 1,83 por ciento sabe que de los descuentos que se le hacen en su nómina en concepto de Seguridad Social, un 13 por ciento se dedica a la sanidad pública.

Una vez informados los encuestados de lo que pagan realmente a sanidad, el 69,4 por ciento considera que debería destinarse más, el 24,07por ciento estima correcta la cantidad atribuida y un 6,4 por ciento no contesta.

A la pregunta de si conocen sus deducciones por Seguridad Social, un 44 por ciento contestó positivamente, un 25,6 por ciento dijo desconocerlas y un 28,4 por ciento las confunde con la retención del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

Por otro lado, frente al 67,8 por ciento de usuarios de los hospitales que opina que la financiación de la sanidad debe ser exclusivamente pública, un 5,5 por cieno prefiere que sea privada y un 4,5 opta por un sistema mixto. Un 22 por ciento no contesta.

Respecto a cuáles creen que son las causas de los males de la sanidad pública en España, el 23,15 por ciento los atribuyen a la pésima gestión. Además, un 18,4 por ciento de los encuestados considera que el dinero público es despilfarrado o malgastado.

La conclusión que SATSE obtiene de la encuesta es que el ciudadano piensa que paga mucho y recibe poco, razón por la cual está insatisfecho con el sistema anitario.

A juicio del sindicato, la encuesta demuestra que el Estado no sólo invierte poco en sanidad (un 6,3 por ciento del PIB, mientras otros países de nuestro entorno superan el 7,5 por ciento), sino que está confundiendo al ciudadano al hacerle creer que las inversiones son mucho mayores.