Cruz Roja apuesta por una “nueva generación” de servicios de cooperación

- Insiste en la dificultad de llevar a cabo proyectos urbanos en lugar de rurales

MADRID
SERVIMEDIA

El coordinador general de la Cruz Roja, Antoni Bruel, abogó hoy, durante la presentación del Informe Mundial de Desastres 2010, por una “nueva generación” de servicios en la cooperación internacional enfocados hacia las zonas urbanas, donde 2.570 millones de habitantes de países pobres viven expuestos a desastres.

Los datos muestran cómo, de esta cifra de urbanitas, 1.000 millones de habitantes viven en casas precarias. Una situación que la organización consideró que se agravará con el tiempo y previó que para 2020 serán 1.400 los millones de personas que vivan en marginalidad.

Asimismo, el informe recoge que en un año cualquiera más de 50.000 personas pueden morir en un terremoto y otros 100 millones verse afectados por las inundaciones e insiste en que estos desastres afectan en mayor medida a los habitantes de las ciudades.

Por ello, Bruel hizo referencia a las dificultades de las ONG a la hora de emprender la cooperación en las ciudades. Así, hizo alusión al “desconocimiento del propietario del suelo” en el momento en que se personan en el lugar y señaló cómo la “falta de servicios públicos” tales como el agua o la luz dan lugar a la “vulnerabilidad física” de los habitantes.

De esta manera, el coordinador general de la entidad afirmó que el suelo se ha convertido en un “elemento fundamental” en países como Haití en los que Cruz Roja se está esforzando por asignar los terrenos a sus propietarios, lo cual demora las acciones de intervención.

“Hace 15 años tu hacías una acción de ayuda humanitaria y era llegar y montar, ahora tienes que ir y ver dónde montar. Además, has de mostrarle al donante que hay que hacerlo así y explicarle al beneficiario qué le va a aportar. Es un reto para las organizaciones”, señaló Bruel.

Con el fin de que los proyectos se ejecuten lo más rápido posible, la organización comentó que se ha de reforzar la capacidad de los gobiernos locales y estudiar además de los medios de vida, los estilos de vida de las personas. “Mueren más personas de malaria por no poner la mosquitera que por no recibir atención sanitaria”, destacó el coordinador general de Cruz Roja.

PROGRAMAS DE TRANSICIÓN

Preguntado por la expulsión de gitanos rumanos en Francia, Bruel explicó que en Madrid hace años existía una comunidad rumana que pasó de habitar un asentamiento informal a uno formal. “Eso se puede hacer. La gente no es para siempre como era, depende de los cambios de hábitos”, aseveró.

Por último, defendió estos programas de transición a nuevos entornos insistiendo en que es posible llevarlos a cabo aunque con tiempo. “En Cruz Roja nunca una persona pasa directamente de un albergue a un piso, el proceso puede durar entre tres y cuatro años”, constató.

(SERVIMEDIA)
23 Sep 2010
CGS/lmb