Esta contracción en el gasto se deriva de la congelación salarial para diputados y funcionarios, la reducción de los viajes internacionales de sus señorías y el recorte de un 5% a las subvenciones que reciben los grupos parlamentarios.

Los diputados vuelven a tener congelados sus sueldos por tercer año consecutivo y en atención, dice la nota emitida por el Congreso, a "la especial situación por la que atraviesa el país".

El Congreso insiste así en la línea de contención del gasto que inició este año al aplicar las medidas de recorte del Gobierno, reduciendo su presupuesto en un 0,52% respecto a 2009. Ese año la Cámara Baja incrementó su dotación en un 0,89%.

Los gastos de personal se reducirán un 7,82% gracias al mantenimiento de la congelación salarial aprobada por el Gobierno. En junio de este año, la Mesa del Congreso aprobó la reducción progresiva de los salarios de los trabajadores de la Cámara y esos serán los valores salariales que se mantengan en 2011. La partida destinada a las retribuciones de los diputados se reducirá en un 10,09%.

En el capítulo de gasto destinado a bienes corrientes y servicios, destaca la reducción del 40% del presupuesto destinado a atenciones protocolarias y representativas.

También está previsto rebajar en un 20% los gastos que se generan por los viajes de delegaciones oficiales al extranjero. La reducción vendrá del recorte en el número de viajes que se autoricen.

En consecuencia, también se prevé una rebaja del 16,37% en la partida que se destina a las dietas que reciben los parlamentarios en sus desplazamientos.

Una de las novedades más importantes es que el año próximo los grupos parlamentarios verán rebajadas las subvenciones que se les asignan en un 5%.

Además, el Congreso reducirá en un 6,32% el gasto en inversiones reales, siempre con la intención de que no se afecte de manera sustancial los proyectos de modernización de la Cámara.