Entre los directivos ese porcentaje se eleva hasta el 89%, mientras que el 67% de los encuestados opinaban que la mayoría de las acciones que las grandes firmas llevan acabo para limitar su impacto medioambiental son puramente actuaciones de comunicación.

Según los autores del estudio, dichos resultados muestran que las múltiples iniciativas medioambientales que han lanzado las compañías para mejorar su imagen, parecen no haber influido en la creencia del público de que se trata de meros intentos de parecer más ecológicas sin serlo realmente.

Esta opinión se enmarca en un contexto general de elevado escepticismo con respecto a la actuación medioambiental de empresas y gobiernos, al que habría contribuido la crisis económica y el fracaso de la cumbre sobre el cambio climático de Copenhague de 2009, subraya Jérôme Fourquet, director de IFOP.

El sondeo se realizó el pasado mes de julio, y en él participaron un millar de personas, que consideraban que las empresas son las primeras responsables de la degradación de la naturaleza, siendo las industrias químicas las percibidas como más peligrosas porque su actividad también comporta riesgos para la salud.

El sector agrícola y el de transporte por carretera también obtuvo malas calificaciones en la encuesta, por la contaminación generada, el uso de pesticidas, y el impacto de la producción biocarburantes vegetales.

El 91% de los encuestados, sin embargo, piensan que las empresas tienen los medios para actuar para proteger mejor la naturaleza.