El PP recuerda que Zapatero criticó a Berlusconi por expulsar gitanos y que ahora respalda a Sarkozy

- Apuesta por la educación para desincentivar modos de vida fuera de la ley

MADRID
SERVIMEDIA

El portavoz del PP en la Comisión de Trabajo e Inmigración del Congreso de los Diputados, Rafael Hernando, recordó hoy que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se mostró muy crítico en la primavera de 2008 con su homólogo italiano Silvio Berlusconi por la ofensiva que emprendió contra los asentamientos ilegales de inmigrantes de etnia gitana, mientras que ayer defendió al presidente francés Nicolas Sarkozy por una medida idéntica.

Hernando apuntó, en declaraciones a Servimedia, que "el problema no es nuevo", pero Zapatero ha experimentado "un cambio de opinión" y se ha dado cuenta de que críticas como las que vertió contra Berlusconi "no solucionan nada".

A su juicio, "si en vez de haber descalificado sin más la actitud del Gobierno italiano se hubieran tomado medidas para resolver este problema, no estaríamos en la situación en la que estamos", que ha pasado de Italia a Francia.

El portavoz del PP advirtió de que dejando el asunto al albur de las decisiones individuales de los gobiernos nacionales sólo "se traslada el problema de unos países a otros de la UE". Por ello, propuso a la UE introducir "programas para favorecer la integración de estas personas, en primer lugar en Rumanía, y también programas de formación para cambiar unos modos de vida que están al margen de la ley".

Según Hernando, se trata de "establecer criterios comunes, reglas claras y medidas para desincentivar estos comportamientos y favorecer la integración de estas personas en un entorno laboral y educativo adecuado. Las personas cambian si encuentran una salida para cambiar su forma de vida", aseguró, apuntando a la educación obligatoria como una posible receta.

En todo caso, los gitanos "tienen que entender que no pueden hacer asentamientos ilegales, utilizar a menores para mendicidad estafarlos ni dedicarse a actividades ilícitas".

Por eso, aunque "a las personas no se las puede expulsar por lo que son, sino por lo que hacen", y hacerlo por su etnia o religión sería contrario a las leyes europeas y francesas, Hernando está convencido de que París no ha tomado su decisión en base a "la pertenencia a un colectivo sino en virtud de las actitudes que estas personas han desarrollado en Francia", y acogiéndose a la moratoria que tiene firmada con Rumanía y Bulgaría para poder devolverles a los inmigrantes que no hayan encontrado empleo en tres meses".

(SERVIMEDIA)
17 Sep 2010
KRT/man