El responsable de la misión de la ONU para la estabilización de Haití (Minustah), Edmund Mulet, ha asegurado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que los policías y soldados de la Minustah y la policía nacional haitiana están capacitados para abordar este problema y garantizar servicios médicos a las víctimas.

"Sigo preocupado por la situación en los campamentos, donde los grupos vulnerables, especialmente mujeres y niños, están en riesgo de violencia sexual y de género", apuntó.

En este sentido, señaló que una unidad policial de la ONU, de unas 200 personas, continúa manteniendo una presencia permanente en seis campamentos de alto riesgo que albergan a unas 135.000 personas y lleva a cabo patrullas diarias en 70 campos prioritarios.

No obstante, reconoció que resulta "imposible" asegurar la seguridad completa en los 1.300 campamentos de refugiados haitianos.

Por otro lado, la Organización Mundial para las Migraciones (OIM) y la Cruz Roja de Estados Unidos pondrán en marcha un programa anual para ayudar a las familias haitianas que han acogido a desplazados internos, lo que beneficiará a unas 60.000 personas.

El programa, dotado con 7,5 millones de dólares (unos 5,8 millones de euros), incluye la ejecución de pequeños proyectos como la construcción de canales de riego para un mejor acceso al agua, lo que tendría efectos positivos para la salud y mejoraría la productividad agrícola y la conservación del suelo.