Human Rights pide a la ONU y al Gobierno congoleño que no obliguen a los dos millones de desplazados a volver a casa

MADRID
SERVIMEDIA

Human Rights Watch (HRW) ha instado al Gobierno de la República Democrática del Congo y a Misión de Estabilización de la ONU en la República Democrática del Congo (Monusco) que protejan a los casi dos millones de personas desplazadas por el conflicto de la región oriental y que no las fuercen a volver a casa sin que estén a salvo.

En un informe de 88 páginas, titulado "Huida constante: El círculo vicioso del desplazamiento en el este de la República Democrática del Congo" y basado en entrevistas con 146 personas desplazadas y con funcionarios del Gobierno, cooperantes y periodistas, HRW documenta abusos contra los desplazados a manos de las partes en conflicto.

Según HRW, estos abusos ocurren en todas las fases del desplazamiento: en el transcurso los ataques que los hacen huir de sus hogares; después de haberse desplazado y estar viviendo en bosques, con familias de acogida o en campamentos, y después de que ellos o las autoridades deciden que ha llegado el momento de regresar a sus hogares.

"A pesar de las iniciativas oficiales de estabilización y reconstrucción del este de la República Democrática del Congo, la población sigue estando expuesta a la continua violencia", señaló Gerry Simpson, investigador principal sobre refugiados en HRW y autor del informe.

El informe asegura que grupos armados y las fuerzas de seguridad congoleñas han desplazado con frecuencia y durante muchos años a cientos de miles de residentes de Kivu Septentrional y Meridional, las provincias más conflictivas del este de la República Democrática del Congo.

En este sentido, los combatientes han obligado a los civiles a dejar sus casas y sus tierras, han saqueado sus propiedades y los han castigado por, supuestamente, colaborar con grupos enemigos, de manera que estas personas han huido de matanzas, violaciones, incendios, pillajes y trabajos forzados.

HRW explica que, después de abandonar sus posesiones, casas, tierras y medios de vida, un gran número de civiles buscan primero refugio en los bosques cercanos a sus aldeas, con la esperanza de permanecer cerca de sus campos y propiedades, pero muchos sufren nuevos abusos en los bosques, como ataques de grupos armados, violaciones y robos, y la falta de refugio y el hambre los obligan a buscar cobijo y ayuda en otros lugares.

Además, al menos el 80% de los desplazados en el este de la República Democrática del Congo encuentran una seguridad relativa viviendo con "familias de acogida", que tienen también dificultades para subsistir, y se enfrentan a las penurias económicas, al hambre y la enfermedad, y la gran mayoría tienen muy poco o ningún acceso a la atención a la salud y la educación. Con el tiempo, las familias de acogida se ven sobrecargadas por los desplazados, quienes suelen verse obligados a trasladarse de nuevo.

HRW señala que, aunque las operaciones militares han continuado durante todo el año, el Gobierno congoleño ha reiterado que la situación en el este del país ha mejorado enormemente y quiere que los desplazados regresen a sus hogares.

Sin embargo, el informe describe los obstáculos a los que se enfrentan las personas desplazadas cuando regresan a sus hogares: falta de seguridad en los pueblos alejados de las carreteras principales, abusos y amenazas de los combatientes de todos los bandos en conflicto, acusaciones de colaboración con grupos enemigos, saqueo de las cosechas, extorsión de combatientes indisciplinados y disputas sobre títulos de tierras, la ocupación de tierras y la destrucción de propiedades.

"Las agencias de la ONU y los donantes tienen que aportar suficientes recursos para la asistencia humanitaria de emergencia. Sólo se debe animar a los desplazados a regresar a sus hogares cuando sea seguro y lo hagan voluntariamente y en condiciones dignas", agregó Simpson.

(SERVIMEDIA)
14 Sep 2010
MGR/gja