En un desayuno informativo en Madrid, Caamaño señaló que entiende “que algunas de las declaraciones que se contienen en la sentencia puedan generar cierta desafección o cierto disgusto en la sociedad catalana”.

Preguntado expresamente sobre si la sentencia del Estatut ha provocado un aumento del independentismo en Cataluña, el ministro manifestó que “puede ser, y más en momentos electorales, que esas tendencias se puedan acuciar”.

Sin embargo, añadió que está convencido “de que en el medio plazo, y una vez que pasen las elecciones, la reflexión volverá a imponerse” y se verá que el Estatut “es una norma profundamente válida para Cataluña y para aquellas otras comunidades autónomas que han acogido un modelo similar”.

Asimismo, apuntó que los catalanes y el resto de ciudadanos españoles tienen “experiencia” en “buscar puentes que reafirmen esa convivencia entre unos y otros”, algo que dijo es lo que desea el Gobierno. Remarcó, en este sentido, que “una España sin Cataluña, una España sin el País Vasco y una España sin Galicia sencillamente sería otra España, pero no la España de todos que hoy tenemos”.

Sobre los consejos de justicia autonómicos, el ministro declaró que pueden debatirse sus atribuciones, pero no su existencia, puesto que, además de en el Estatuto de Cataluña, existen también en las normas estatutarias aprobadas por otras autonomías, como Valencia, Castilla y León o Baleares.

A este respecto, añadió que sería una “manifiesta incoherencia política” por parte del PP que llevara el consejo de justicia catalán al Constitucional, cuando la formación popular ha apoyado un modelo similar en otras autonomías.