En declaraciones a Servimedia, los tres apuntaron que en julio ya se produjo un recorte de dos tercios en los liberados sindicales en la educación madrileña, que de 150 pasaron a 50, aproximadamente.

El presidente nacional del área de Enseñanza de CSIF, Eliseo Moreno, explicó de hecho que con ese recorte se interpretaba la ley de “la forma más restrictiva posible”, obviando el tiempo de trabajo en casa que normalmente se incluye dentro de la jornada laboral del docente.

Por ello Aguirre “no puede suprimir más”, pues de hacerlo incumpliría el Estatuto Básico del Empleado Público, afirmó.

En opinión de FETE-UGT de Madrid, esto “es solo publicidad y propaganda, carente de contenido real” e imposible de poner en práctica.

De ahí que su portavoz aconsejó esperar a este martes para que Aguirre concrete sus intenciones, y reiteró que el recorte de julio ya atentaba contra la ley de libertad sindical, con lo que “el nuevo no podrá llevarse a cabo.

La federación de Enseñanza de Comisiones Obreras de Madrid calificó a su vez de “muy populista y demagógica esta decisión”, que a su juicio “está preparando el terreno” para cercenar el derecho de representación de los trabajadores.

“En educación Aguirre no puede recortar más”, declaró un portavoz, quien recordó que si se eliminan liberados, ellos volverán a sus centros y sus sustitutos “engrosarán las colas del paro”.

Todo esto “es represivo, y una manera de intentar destruir a los sindicatos y tapar su voz”, concluyó José campos, secretario general de la federación a escala estatal.