Este especialista explicó durante el curso sobre esta técnica, que concluye hoy en la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra, que los pacientes más beneficiados por son los niños prelinuales, que han sido tratados precozmente, y los pacientes postlinguales que han sufrido periodos de sordera breves.

Además, hay otro grupo de población en los que, a pesar de que los resultados no son tan brillantes, el implante coclear supone un avance con respecto a la sordera en la que esbaban inmersos. "Se trata de aquellos niños que nacen sordos y que son implantados más allá de los 6 años de vida, adultos postlinguales cuya hipoacusia es superior a 10 años y personas con otras anomalías asociada", apuntó.

Agregó que en algunos casos la sordera forma parte de un síndrome en el que además de la falta de audición se suman trastornos cardíacos, neurológicos, etc, y que en estos casos los resultados no son tan óptimos como cuando se realizan en un niños sin plurideficiencias.

El implante coclear es una técnica que estimula la vía auditiva de la misma forma que lo hace el oído interno, y es capaz de recoger el sonido del exterior y transformarlo en un estímulo eléctrico que se aplica directamnte sobre el nervio auditivo.

Recientemente, se han incorporados nuevos sistemas de implantes cocleares qe permiten alcanzar mejores resultados. "Son sistemas que consumen menos energía y cada vez se puede reducir más su tamaño, por lo que estéticamente son más aceptables. Además, no son sólo útiles para estimular la vía auditiva, sino que son capaces de informarnos del estado de esa vía", dijo.