Así lo afirmó en Oslo (Noruega), durante una cumbre sobre el desempleo y la crisis económica organizada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Mundial del Trabajo (OIT).

El presidente destacó, en primer lugar, que en España "hemos tenido una grave crisis de empleo" (de hecho, España es el Estado con mayor tasa de paro de los reunidos en Oslo). Sin embargo, argumentó, "tenemos un 80% de personas protegidas por una prestación" de desempleo, con lo que "estamos en el nivel más alto de prestación social".

Ahora, añadió, ha llegado el momento de "aproximarse, con una nueva óptica que nos exige la crisis, a la formación", poniéndola "por encima de cualquier otra política" y logrando que "cada desempleado tenga una vinculación con el trabajo, con la formación". "La protección social tiene que estar más vinculada al trabajador. El apoyo deber ser más al trabajador que al puesto de trabajo", señaló Zapatero.

Además, apostó por "empezar a tener una visión distinta de lo que es desempleo y empleo". De este modo, aclaró, "una persona, cuando está formándose, está trabajando para un país. Es lo que hemos descubiero con la crisis", dijo.

Debido a su alta tasa de paro, España "va a ser un buen termómetro y laboratorio" para este tipo de políticas, indicó.

Con todo, el presidente puntualizó que, "aunque parezca sorprendente, hoy hay más personas trabajando en España que en 2004", debido al gran crecimiento de población activa experimentado por España en los últimos años. Un crecimiento que elevó entre el año 2000 y 2010 en 5,2 millones de personas la población activa, y en 2,7 millones entre 2004 y la actualidad.

Con la reforma laboral, aprobada el pasado jueves por el Congreso de los Diputados, "nos encaminamos a una reforma de las políticas activas de empleo" con una nueva mirada que "esperamos que nos permita cambiar", concluyó.