En un comunicado conjunto, las siete cajas de ahorros pusieron de manifiesto que los "ajustes laborales" que se produzcan como consecuencia de esta

unión se harán, principalmente, a través de prejubilaciones.

Según explicaron, "tanto las entidades como los representantes de los trabajadores han querido pactar las directrices que marcarán la negociación en los próximos meses, ya que consideran fundamental trasladar a los empleados de las cajas un mensaje de seguridad y garantías".

En este sentido, destacan aspectos como el compromiso de mantenimiento de las condiciones consolidadas de los profesionales que pasen a la sociedad central y la aplicación del Convenio Colectivo de Cajas de Ahorros en dicha sociedad.

La unión, que recibirá 4.465 millones de euros del FROB, se llevará a cabo en los términos recogidos en el Protocolo de Integración firmado el 14 de junio. El nuevo grupo, con unos activos de 340.000 millones de euros, se convertirá en la primera caja de ahorros española y en la tercera entidad financiera, por detrás del Santander y el BBVA.

Por su parte, el Sindicato Independiente de Cajas de Ahorros (Csica) valoró este sábado el acuerdo alcanzado y aseguró que "es el principio del fin de la incertidumbre a la que estaban sometidos los trabajadores del futuro SIP".

Asimismo, señaló que el acuerdo permitirá que las cajas garanticen cualquier reordenación y reorganización interna de las plantillas, que deberá producirse “mediante procesos negociados y sin la utilización de medidas traumáticas”.