La ONG reclamó que, desde que entró en vigor el bloqueo en junio de 2007, más de 1,4 millones de personas viven aisladas del mundo exterior, atrapadas en una superficie de sólo 40 kilómetros de largo y 9,5 kilómetros de ancho, y soportando a duras penas condiciones desesperadas de pobreza.

Así, denunció que el bloqueo prohíbe las exportaciones y restringe la entrada de productos básicos como alimentos, combustible y medicinas y que aunque Israel permite la entrada en Gaza de algunos envíos de agencias internacionales de ayuda humanitaria, sin embargo, estos suministros están estrictamente limitados y sufren frecuentes retrasos.

Amnistía Internacional también condenó los ataques indiscriminados por parte de los grupos armados palestinos en contra de la población civil israelí al suponer una violación del derecho internacional, ataques como los dos perpetrados por Hamas la semana pasada contra población civil. Así, calificó los hechos de “inadmisibles” y pidió a todos los grupos armados palestinos que cesen de forma inmediata sus ataques hacia civiles en los territorios ocupados.

Además, en una carta mandada a Isma'il Haniyeh, líder de Hamas, la ONG expresó su consternación sobre el hecho de que las Brigadas de Izz al Din al-Qassam, brazo armado de Hamas, hayan reivindicado la autoría de los hechos.

Amnistía también mostró su preocupación sobre las declaraciones realizadas el pasado viernes 3 de septiembre por 13 grupos armados palestinos, que amenazan con que habrá más ataques hacia civiles en respuesta a las recién retomadas negociaciones entre Israel y la Autoridad Palestina.

Por último, reconoció a Israel el derecho y el deber de proteger a sus ciudadanos, pero reiteró la necesidad de que su respuesta sea proporcionada y se ajuste al derecho internacional humanitario y a las normas internacionales de derechos humanos.