Los precios pasarían a estabilizarse a continuación hasta 2013 y probablemente volver a repuntar "muy lentamente" a partir de finales de dicho año o de 2014, según un informe publicado este miércoles por la entidad.

El stock actual y real de vivienda nueva se cifra en unas 900.000 unidades, y Bankinter cree "improbable que siga aumentando".

Esto es así, explican, porque actualmente ventas de casas nuevas y casas terminadas se encuentran equilibradas (aproximadamente en 230.000 unidades al año), situación que prevén "perdurará hasta que vuelva a crearse empleo neto" a finales de 2012, cuando el PIB volverá a crecer por encima de 2%.

Si los acontecimientos se desarrollan de la manera descrita, a lo largo de 2013 el actual stock podría reducirse a la mitad, situación que permitiría que se reactivara la construcción residencial a lo largo de 2014 y probablemente también los precios, indicaron.

Por tanto, en opinión de la entidad el sector inmobiliario se enfrenta a un período de "travesía en el desierto" de unos tres años en términos de demanda y precios.

Al final de dicho periodo la demanda final de vivienda nueva será, en términos sostenibles, de aproximadamente 360.000 anuales frente a los 412.000 en el pico del ciclo (2005-2006).