El 60% de los niños que mueren en los países pobres vivirían si sus gobiernos invierten un millón de dólares en infancia

MADRID
SERVIMEDIA

El 60% de los niños menores de cinco años que mueren en los países pobres salvarían la vida si sus Estados invirtieran un millón de dólares más (casi 800.000 euros) en salud pública para la infancia menos favorecida y con un enfoque basado en criterios de equidad.

Con este criterio, la comunidad internacional salvaría millones de vidas si se apuesta primero por los niños y las comunidades más desfavorecidas.

Así se desprende de un nuevo estudio del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), titulado "Progreso para la Infancia: Lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio con equidad".

Este estudio, que analiza los progresos realizados y los retos aún pendientes para la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), concluye que se han registrado grandes avances en esta materia, pero que aún queda mucho por hacer en los próximos cinco años, fecha límite del cumplimiento de esta agenda aprobada por 192 países en 2000.

"Nuestras conclusiones ponen en tela de juicio el pensamiento tradicional de que centrarse en los niños más pobres y más desfavorecidos no resulta rentable", dijo Anthony Lake, director ejecutivo de Unicef.

Lake añadió que "una estrategia centrada en la equidad no solamente supondrá una victoria moral -acertada en el plano de los principios-, sino una victoria más interesante aún: acertada en la práctica".

El director ejecutivo de Unicef subrayó que la Declaración del Milenio fue concebida "para mejorar las vidas de las personas más desfavorecidas del mundo" y agregó que las conclusiones de este estudio "pueden tener un efecto real en todo el mundo con respecto a la manera en que debemos lograr los ODM y el desarrollo humano en general, al ayudarnos a mejorar las vidas de millones de niños y niñas vulnerables".

Por otro lado, el estudio destaca que proporcionar servicios esenciales a los niños más pobres, población donde se concentra las cargas nacionales de enfermedades, salud deficiente y analfabetismo, puede acelerar los progresos hacia los ODM y reducir las disparidades entre los países.

El informe de Unicef recalca que un niño nacido en una familia que pertenece al 20% de la población más pobre de un país en el mundo en desarrollo tiene el doble de probabilidades de morir antes de cumplir los cinco años que otro nacido en una familia que pertenece al 20% más rico.

Además, los menores de las áreas más pobres de cada país tienen dos veces más probabilidades de sufrir insuficiencia ponderal y un mayor riesgo de retraso en el crecimiento en comparación con los niños de las áreas más ricas.

Por último, las niñas y las mujeres jóvenes de las regiones en desarrollo siguen encontrándose en una situación de ventaja en el acceso a la educación y el 84% de los 884 millones de personas que carecen de acceso a fuentes adecuadas de agua potable viven en zonas rurales.

(SERVIMEDIA)
07 Sep 2010
MGR/lmb