Fernández de la Vega intervino ante el Grupo Parlamentario Socialista reunido en el Congreso de los Diputados para iniciar un periodo de sesiones que su propio portavoz, José Antonio Alonso, auguró "duro".

Uno de los epicentros de la actividad parlamentaria será el debate de los Presupuestos para el próximo año, y la vicepresidenta hizo hincapié en la necesidad de superar las enmiendas de totalidad pero también de pelear después cada enmienda parcial.

"Os pido que trabajéis sin descanso, que estéis encima de ello, de cada una de las enmiendas, de cada letra y de cada párrafo si es necesario, porque es mucho lo que todo el país se juega en ello", dijo a los parlamentarios socialistas.

No será fácil, les advirtió, porque enfrente hay "una derecha desmedida, que tiene un sólo proyecto, recuperar la Moncloa, al precio que sea. Esa es su seña de identidad. O mandan ellos o lo bloquean todo, o están ellos en el poder o lo desprestigian todo, o son ellos los que deciden o lo paralizan todo, incluso las más altas instituciones".

En ese sentido, acusó al PP de llevar su "soberbia y partidismo" hasta las últimas consecuencias bajo la premisa de que si no ejerce el poder el objetivo es "laminarlo, anularlo o desprestigiarlo todo".

Al comienzo de su intervención, al recordar las medidas emprendidas por el Gobierno ante la crisis, sentenció que se ha actuado "en tiempo y forma" ante los retos que se iban planteando.

Otra conclusión de ese periodo, "sin pretender parafrasear a nadie, es que para el PP todos los mandamientos se resumen en uno: pensarás en tí sobre todas las cosas y en que el Gobierno adelante las elecciones".

A pesar de las dificultades, y con prudencia y humildad, la vicepresidenta sentenció "que vamos bien, que el camino es el correcto y que lo vamos a seguir recorriendo con decisión, con coraje y con responsabilidad".

Alentó además a los socialistas a seguir defendiendo la idea de que el PSOE es el partido "de los ciudadanos, de la igualdad de oportunidades, de la seguridad y de la protección social. Siempre lo hemos sido y siempre lo seremos".

"Que nadie venga a hablarnos de cambios de rumbo, ni de renuncias a nuestros compromisos y a nuestros objetivos", porque lo que están haciendo, insistió, es responder a los problemas de frente "mientras otros se ponen de perfil", y estar dispuestos a soportar "cualquier carga" para sacar a España de la crisis.

Por ello, aseguró también que pasadas las "jornadas reivindicativas" recuperarán el diálogo con los sindicatos, porque siguen siendo interlocutores "de primer orden" y agentes básicos de la economía.