El presidente de la Cámara Baja puso como ejemplo el comportamiento que tuvieron él mismo y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tras el congreso en que ambos optaron a la secretaría general del PSOE y salió elegido Zapatero.

Según dijo en los pasillos del Congreso tras la reunión de la Junta de Portavoces, es "magnífico que se hable de Madrid, que se hable de Tomás Gómez y de Trinidad Jiménez, y no se hable sólo de Esperanza Aguirre".

Las primarias son siempre "una cosa muy buena, muy democrática y muy satisfactoria" y después de su celebración lo mejor es que "quien gane trate a quien pierda de modo generoso y quien pierda trate también de modo generoso a quien gane".

Esa actitud generosa es necesaria porque "al final lo que hay que ganar son las elecciones de confrontación en las urnas, no las elecciones internas".

Bono insistió, no obstante, en que "el dedazo de la designación no hace líderes". En ese sentido, recordó que hay "ejemplos claros en la historia política reciente de como el dedo del líder no hace líder al siguiente".

No quiso pronunciarse a favor de ninguno de los cantidatos, pero insistió una vez más en que "quien gane trate al que pierda como Zapatero me trató a mi y quien pierda trate a quien gane como yo traté a Zapatero".