En rueda de prensa, Ares afirmó que lo que la sociedad vasca espera de ETA no es una tregua sino su "desaparición definitiva".

En su opinión, "el tiempo de las treguas ha pasado porque ya sabemos cómo han acabado otras treguas", dijo el consejero.

Sobre el recorte del servicio de escoltas, Ares desvinculó este hecho de una posible tregua de ETA y aseguró que el departamento que dirige está llevando a acabo "una evaluación de riesgos de la personas que tenían y tienen protección".

Según indicó, "en base a esa evaluación de riesgos y de los cambios que se van produciendo en las situaciones de cada una de las personas protegidas, se van tomando decisiones" y añadió que no es un "problema de ahorro".

El consejero explicó que "puede haber y, de hecho", hay personas que tenían una responsabilidad institucional o política o en empresas que "ahora no la tienen".

Por lo tanto, dijo, "en base a la evaluación de riesgos, lo que se hace es reorganizar el servicio para ser lo más operativos y prestar servicio en base al nivel de riesgo que cada una de las personas tiene teniendo en cuenta su situación actual", indicó.

Ares manifestó que están trabajando en esa reorganización de los servicios en contacto con los colectivos afectados y con los responsables de esos colectivo, como partidos políticos, judicatura, empresas, etc.

Sobre el "rebrote" de la violencia callejera en la última mitad de agosto, que consideró "mucho menor que en años anteriores", Ares dijo que o bien refleja la existencia de "discrepancias" dentro de la izquierda abertzale o bien ésta "lo ha tolerado".

En este último supuesto, Ares emplazó a los dirigentes de la izquierda abertzale a manifestarse "radicalmente en contra" de la violencia callejera porque es "incompatible con esa apuesta que dicen querer hacer por estar en la política".