Después de unas 40 horas suspendidos en tiendas de campaña y bajo unas condiciones meteorológicas extremas, los activistas de Greenpeace decidieron finalizar su protesta, tras lo cual fueron arrestados por la policía danesa.

Tras esta acción, Greenpeace confió en que Cairn Energy no concluya la exploración antes de que las condiciones invernales la obliguen a abandonar hasta el próximo año la búsqueda de petróleo en aguas de Groenlandia.

Antes de concluir la protesta, uno de los escaladores, Sim McKenna, comentó por teléfono que "al final el clima del Ártico nos ha ganado". "Es hora de bajar, pero estamos orgullosos de haber frenado la loca carrera por el petróleo del Ártico, aunque sólo sea por un par de días", añadió.

Greenpeace llevó a cabo la protesta porque, a su modo de ver, si Cairn Energy encuentra petróleo en ese lugar, se producirá una nueva "fiebre del petróleo" en el Ártico, ya que petroleras como Exxon y Chevron han comprado licencias de perforación en la zona y realizan los preparativos necesarios para trabajar.

Con motivo de este acto, Greenpeace solicitó una moratoria internacional de las explotaciones petrolíferas en aguas profundas y un cambio en la forma de producir, transportar y usar la energía, que permita prescindir de los combustibles fósiles gracias al ahorro, la eficiencia y a las fuentes renovables.