El máximo responsable del Icona señaló que cada "seis o siete" años los incendios tienen una incidencia similar a la de este año. "Es entonces", dijo, "cuando parece que toda la sociedad se da cuenta de la gran tragedia que esto supone".

"Pero la gran tragedia", añadió, "radica en que no somos capaces de reducir el número de incendios, que cada año se sitúa en tono a los 15.000". Fernando Estirado estimó que de esos 15.000 conatos e incendios, la inmensa mayoría, unos 14.000, tienen su origen en causas que se pueden evitar.

El director general del Icona insistió en que una parte importante de los siniestros se provocan como consecuencia del uso indebido del fuego, circunstancia a la que algunos años, como este, acompañan unas condiciones climatológicas extremas.

Asimismo, indicó que son necesarias grandes inversiones en el medio natural para reducir el resgo de incendios y reiteró que el plan puesto en marcha por el ministerio para conseguir este objetivo cuenta con una dotación presupuestaria suficiente: más de 200.000 millones de pesetas para los próximos cinco años.

Desde el pasado mes de enero, los más de 14.000 siniestros declarados ya han calcinado más de 365.000 hectáreas, de las cuales 200.000 eran arboladas.