Las organizaciones agrarias se movilizarán ante las plantas de estas firmas que, según denunciaron, son la que menos pagan a los ganaderos pese a recoger más de la mitad del producto que genera la comunidad.

La presencia sindical llegará además a las puertas de grandes centros de distribución, donde señalarán a través de carteles los productos de estas tres empresas e instarán a los consumidores a no comprarlos.

Conscientes de que la leyes que rigen el mercado lácteo sólo pueden variar si los gobiernos "lo tienen claro" o a través de la presión social, los convocantes "se han visto obligados a recurrir a esta última vía" para dar a las industrias "donde más les duele": en el aspecto económico, poniendo en evidencia sus actuaciones ante la sociedad.

El objetivo de esta medida es dar a conocer a la ciudadanía "lo que se están jugando" los ganaderos para que "ponga en su" sitio a estas tres empresas que "están cerrando explotaciones y causando problemas de viabilidad", según denunció la secretaria general del SLG, Carme Freire.

Para ello, comenzarán el 8 de septiembre un calendario de acciones que no tiene fecha de clausura, ya que están dispuestos a prolongar el boicot "hasta cuando sea necesario", sentenció Freire.