Según la Dirección General de Tráfico (DGT), la Operación Retorno concluyó la pasada medianoche con 25 muertos en 23 accidentes de tráfico (12 fallecidos más que en 2009), nueve personas han resultado heridas graves y siete, leves.

Entre los accidentes mortales, hubo salidas de vía (nueve), colisiones (siete), atropellos a peatones (tres) y vuelcos (dos). Siete de los siniestros se produjeron por distracciones, ocho por velocidad inadecuada y el resto, por otras infracciones.

En declaraciones a Servimedia, el director de Seguridad Vial del RACE, Tomás Santa Cecilia, lanzó el mensaje a las administraciones de que la responsabilidad de los accidentes no recae únicamente en el conductor y pidió más inversión en infraestructuras.

"A día de hoy, tener un despiste y salirse de una carretera española tiene unas consecuencias muy negativas para los ocupantes de los vehículos porque chocamos contra elementos muy agresivos y peligrosos, como farolas de acero o guardarraíles", señaló.

Además, criticó el hecho de que la DGT alertara de las distracciones antes de la Operación Retorno, como una de las principales causas mortales este verano.

"Las distracciones no son una causa de siniestralidad, sino un motivo de accidente. Es simplista achacar la causa del accidente a un solo motivo. Un conductor, es un ser humano, tiene distracciones, pero a día de hoy, la infraestructura debe estar preparada para minimizar los errores de los conductores", explicó.

Por otro lado, el presidente de AEA, Mario Arnaldo, indicó, en declaraciones a Servimedia, que "el factor infraestructura está teniendo una incidencia importante en los accidentes".

"Este año ha habido una climatología adversa que ha deteriorado el estado de los firmes, especialmente de la red secundaria, y los titulares de las vías no han invertido lo necesario para que esas infraestructuras estén en las mejores condiciones de seguridad", apuntó.

Además, recalcó que los sistemas de contención de las carreteras "no son eficaces" en las salidas de vía cuando, por ejemplo, un vehículo atraviesa el sentido contrario en una autovía.