En una entrevista en la Ser recogida por Servimedia, el ministro recordó que no es militante de Madrid pero sí miembro de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, y desde esa condición defendió el derecho "y la obligación" de la dirección del partido de decir lo que cree que es mejor ante una convocatoria electoral, aunque luego sean los militantes los que decidan.

Si un candidato es "muy bueno" y otro es "bastante peor", dijo Pérez Rubalcaba, es un "ejercicio de responsabilidad" por parte de la dirección poner los datos sobre la mesa y plantear opciones, lo cual no significa "ni marginar, ni excluir ni humillar a nadie".

De Trinidad Jiménez, el ministro subrayó que está en el momento "óptimo" de su carrera política, con el mismo empuje que cuando fue candidata en Madrid pero con experiencia acumulada en la oposición en el Ayuntamiento de la capital, en el Gobierno de Rodríguez Zapatero en el ámbito de las relaciones internacionales, y en una gestión "sobresaliente" del Ministerio de Sanidad y Política Social.

Si él fuera Tomás Gómez, aseguró el ministro, hubiera dado "un paso atrás" para evitar lo que se está produciendo aunque no sea lo pretendido, y es que el mayor activo del dirigente madrileño es ser "el hombre que dijo no a Rodríguez Zapatero", algo que en otro momento puede convertirse "en una rémora" para él mismo y para el partido.