Minutos antes de que el presidente de la Cámara Baja, José Bono, abriera la sesión en la sala Constitucional se protagonizaron escenas de saludos, besos, abrazos y comentarios sobre las vacaciones entre las señorías.

El presidente del Congreso llegó a pedir, con una sonrisa, un poco de orden a varios diputados que se acercaron hasta la Presidencia para saludarle a él y a la vicepresidenta, Teresa Cunillera.

Los comentarios sobre las vacaciones acaparó varios de estos corrillos y conversaciones de los diputados hasta que, minutos después de las 10.00 horas, Bono inició la sesión parlamentaria y, en respuesta a las cuestiones de varias señorías, anunció la previsión de acabar la sesión sobre las 12.30 horas.

Mientras en la primera planta del Congreso se debatía la comparecencia de cuatro ministros, en los pasillos de la Cámara Baja, las pocas personas que utilizaban los casi desiertos pasillos se encontraban con el personal que trabaja en las obras de varias dependencias de esta casa.

La época estival, donde muchos siguen de vacaciones, se notó también entre los ujieres. Algunos periodistas tuvieron que esperar en la puerta de entrada por la calle Cedaceros, por orden de la Policía, ya que no había ningún funcionario de la Cámara para controlar la entrada.