Madrid. Desarticulada una red de tráfico de drogas y detenidas ocho personas, muchas de ellas de una misma familia

MADRID
SERVIMEDIA

La Policía Nacional ha desarticulado en Madrid una organización dedicada a la recepción, adulteración y distribución de cocaína y ha detenido a ocho traficantes, muchos de ellos de una misma familia, según informó este viernes la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

En los cuatro registros domiciliarios practicados en la capital, Alcalá de Henares y Torrejón de Ardoz se han intervenido 700 gramos de cocaína y 1.859 gramos de sustancia para adulterarla, así como básculas de precisión, útiles para la distribución, cuatro vehículos, 31 teléfonos móviles, equipos informáticos, munición, documentación y 7.800 euros.

La investigación comenzó en febrero, cuando los agentes recibieron información sobre la existencia de un grupo de personas que supuestamente se dedicaban a traficar con drogas "al menudeo", principalmente en el distrito de San Blas. Tras diversas vigilancias y seguimientos por el barrio, pronto constataron la información y comprobaron que gran parte del grupo pertenecía a una misma familia.

Según la policía, las indagaciones fueron "sumamente complicadas", ya que la banda adoptaba numerosas medidas de seguridad en sus desplazamientos. Tenían varios automóviles ocultos en diferentes garajes y eran capaces de usar hasta cuatro de ellos en un mismo día para sortear la vigilancia policial. Además, solían concertar sus reuniones en lugares de difícil observación, como el interior de garajes o zonas despobladas con un único acceso.

Su "modus operandi" era el siguiente: unos miembros de la banda se encargaban de suministrar pequeñas cantidades de cocaína, en turnos de 24 horas, de manera que cada uno tenía asignada una zona para realizar las transacciones, si bien la mayoría de ellas se producían en el distrito de San Blas-Vicálvaro.

Los compradores concertaban citas con los traficantes en zonas intransitables, y por si esta medida de seguridad fuera insuficiente, los distribuidores unas veces bajaban a pie hasta el punto de reunión, otras se subían en el vehículo del cliente y tras varias vueltas se apeaban en un lugar distinto al de recogida, y en ocasiones eran los propios vendedores los que recogían a los compradores y los llevaban fuera de la zona.

Mientras tanto, otro miembro de la banda observaba la escena a distancia y si tenía sospechas de presencia policial, abortaba la venta. Además, los traficantes intercambiaban las zonas de venta y los vehículos que utilizaban, y en muchas ocasiones efectuaban contravigilancias para darse cobertura entre ellos a la hora de concretar las ventas.

Los agentes llevaron a cabo cuatro registros de los domicilios de los traficantes, ubicados en Madrid capital, Alcalá de Henares y Torrejón de Ardoz, donde detuvieron a siete miembros de la banda, mientras que un octavo miembro implicado fue arrestado días después.

(SERVIMEDIA)
20 Ago 2010
NLV/caa