A través de un comunicado, la Policía explicó también que, en el marco de la operación, han sido recuperados numerosos efectos sustraídos en más de 15 provincias.

El principal objetivo de los arrestados eran las máquinas recreativas de establecimientos de hostelería. El valor de lo robado y los daños causados ascienden a más de 500.000 euros.

La investigación se inició en Pamplona, donde tras dos asaltos fueron detenidos dos miembros de la organización. Las pesquisas llevaron a los investigadores hasta la localidad cántabra de Torrelavega, donde se arrestó a otras cuatro personas. Finalmente se averiguó que el resto del grupo estaba asentado en la Comunidad de Madrid.

TAPAS DE ALCANTARILLA

Los continuos dispositivos de control establecidos en torno a esta organización permitieron comprobar la destacada movilidad geográfica de sus miembros, quienes realizaban grandes trayectos en un solo día a fin de localizar posibles objetivos.

Durante estos desplazamientos no utilizaban establecimientos hoteleros para no dejar rastro de su estancia, pernoctaban ocultos en las inmediaciones de las ciudades. Una vez en la demarcación elegida, analizaban el entorno, vías de huida, elegían el comercio y comprobaban las medidas de seguridad.

La gran mayoría de los comercios forzados eran establecimientos de hostelería, en los que se apoderaban de la recaudación acumulada en las máquinas recreativas, si bien también asaltaban estancos, ópticas y perfumerías.

El modus operandi utilizado para forzar las vías de acceso podía variar en cada ocasión: desde fractura de cristales con tapas de alcantarillado, hasta corte de persianas metálicas con cizalla, forzamiento de bombín o de barrotes, etc. De manera inmediata, los efectos sustraídos eran entregados a los receptadores de la organización para su venta ilícita.