Esta agencia de la ONU recordó que al menos seis millones de pakistaníes están necesitados de ayuda alimentaria y apuntó que los helicópteros son el único medio viable para hacer llegar esta asistencia en muchas zonas que han quedado incomunicadas por las riadas.

En este sentido, aseguró que trabaja para que tres helicópteros con capacidad para el transporte pesado lleguen próximamente a Pakistán, que se sumarían a los diez que el Gobierno ha puesto a disposición de este organismo de la ONU.

El PMA comenzó la distribución de alimentos en las provincias de Punjab y Sindh el pasado fin de semana, y en Baluchistán ayer lunes, que se suman a la de Khyber Pakhtunkhwa, que venía recibiendo comida desde el pasado 1 de agosto.

Esta agencia de la ONU señaló que actualmente dispone de existencias de alimentos suficientes para una primera ronda de distribuciones, pero necesita fondos adicionales para continuar repartiendo comida el próximo mes de septiembre.

En este sentido, recordó que hasta ahora ha recibido poco más de 30 millones de dólares (unos 23,3 millones de euros), lo que supone un 20% de los fondos que necesita para los próximos tres meses.

MAGNITUD INCOMPRENDIDA

Por otro lado, el portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), Andrej Mahecic, lamentó hoy en Ginebra (Suiza) que “el riesgo de la magnitud de la catástrofe todavía no ha sido comprendido por la comunidad internacional” y que “las necesidades urgentes continúan abrumando la capacidad de respuesta de los organismos y las autoridades”.

En este sentido, Mahecic apuntó que las inundaciones incluso han vuelto a algunas partes de la provincia noroccidental de Khyber Pakhtunkwa, y que los organismos humanitarios necesitan “más puentes aéreos y grandes cantidades de financiación”.

Por último, recalcó que Acnur “sigue haciendo frente a un enorme desafío logístico para obtener ayuda con la rapidez suficiente para responder a esta crisis, que aún está desarrollándose”.