Ban expresó, a través de un comunicado, su "gran preocupación" por los incidentes registrados recientemente en Darfur, en relación a la expulsión de cinco trabajadores de Naciones Unidas y de Cruz Roja y al secuestro de dos miembros de la Misión Conjunta de la ONU y la Unión Africana en Darfur (Unamid, según sus siglas en inglés).

"Los ataques continuos a las fuerzas de paz de la Unamid y los secuestros y maltrato del personal de Naciones Unidas y de otros trabajadores humanitarios sólo agravarán la situación", afirmó.

Por ello, urgió al Gobierno sudanés a tomar todas las medidas necesarias para garantizar el acceso de la asistencia a la población y pidió que los lugares de las tareas humanitarias permanezcan abiertos y protegidos.

Naciones Unidas destacó que investiga el secuestro, el pasado sábado, de los dos asesores de la policía pertenecientes a la Unamid, que fue creada para proteger a los civiles y sofocar la violencia en Darfur, donde, tras casi siete años de conflicto, han muerto al menos 300.000 personas y otros 2,7 millones han sido expulsados de sus hogares.

Este incidente es el último de una serie de ataques contra el personal de la Unamid durante los últimos meses y se produjo al tiempo que continúan las tensiones en el campamento para personas desplazadas de Kalma, ubicado en Nyala (al sur de Darfur).

Naciones Unidas deploró que las restricciones para las organizaciones humanitarias en Darfur han aumentado constantemente desde marzo del año pasado, cuando 11 ONG internacionales fueron expulsadas de la región.