Uno de estos programas, denominado "Transición a la vida independiente", enseña a ser autónomo a través de la vivencia en un piso que funciona como ejemplo de lo que se puede encontrar en el futuro.

Famma espera que en la Comunidad de Madrid, donde se apostó por este programa en un principio, la iniciativa tenga continuidad de futuro y se vea ampliada.

"La persona con discapacidad que llega a este piso de transición suele venir de entornos sobreprotegidos, familiares o institucionales. Nuestra idea es que deje de esperar las atenciones que se le han prodigado y prepararle su futuro desde el concepto de la independencia, autonomía y funcionalidad", explicó el presidente de Famma, Javier Font.

El proyecto se lleva a cabo en dos viviendas totalmente accesibles y adaptadas a personas con movilidad reducida, que cuentan con mecanismos de domotización y están preparadas para un total de seis participantes.

Esta integración se complementa con acciones de formación y participación en ámbitos como los de las tareas domésticas o las habilidades sociales.

También se tratan temas de actualidad, solidaridad, reciclaje y medio ambiente. La permanencia en el programa tiene carácter temporal y dura alrededor de 18 meses.