Ashtiani, de 43 años y madre de dos hijos, se enfrenta a una muerte inminente por lapidación después de que un segundo tribunal en Irán la haya declarado culpable de adulterio, por lo cual recibió anteriormente 99 latigazos.

El pasado 4 de agosto comenzó una revisión de la condena a muerte de Ashtiani en el Tribunal Supremo de Irán, pero Amnistía indicó que podría ser un intento de las autoridades iraníes por reducir la presión internacional a la que están siendo sometidas.

Además, Amnistía Internacional subrayó que "mientras no exista una declaración expresa de la Magistratura iraní anulando la condena de lapidación, Sakineh puede ser lapidada en cualquier momento", si bien se espera que el tribunal comunique su decisión en torno al 15 de agosto.

Por ello, Amnistía ha redoblado sus esfuerzos para evitar la lapidación de Ashtiani, con la recogida de firmas a través de la web "www.actuaconamnistia.org", que ha recibido más de 255.000 adhesiones.

Por otro lado, esta organización afirmó que al menos diez personas (siete mujeres y tres hombres) están actualmente en riesgo de ser lapidadas en cualquier momento en Irán y más de 135 jóvenes podrían ser ejecutados por delitos supuestamente cometidos siendo menores de edad.

Además, añadió que Irán cuenta con uno de los índices de ejecución más altos del mundo, ya que el año pasado fueron ejecutadas más de 388 personas, al menos 14 de ellas públicamente y una mediante lapidación. Cinco de estas personas fueron ejecutadas por delitos cometidos cuando tenían menos de 18 años.