Los responsables del estudio han analizado muestras de 925 playas de 361 municipios, de ríos situados en las cuencas hidrográficas del Norte, Duero, Tajo, Guadiana, Júcar y Ebro y de numerosos embalses, lagos y lagunas.

La situación de las aguas de baño marítimas mejora en cuatro puntos respecto al año 1990, según el informe, que en esta ocasión ha ampliado los criterios de análisis y las zonas exploradas. Los biólogos estudiaron, sobre las muestras recogidas, los parámetros obligados por la Comunidad Europea, como son los coliformes totales, los coliformes fecales, los aceites minerales, las sustancias tensoactivas, los fenoles y el color.

Además, también determinaron otros parámetros a los que no obliga la CEE: las materias flotantes, el PH, los estreptococos fecales, el oxígeno disuelto y la salmonela.

RIOS Y EMBALSES

Respecto a las zonas de baño continentales, la vigilancia sanitaria se ralizó en un 60 por ciento de los ríos, el 28 por ciento de los embalses y el 12 por ciento de lagos y lagunas.

Igual que en las zonas de baño marítimas, el número de zonas controladas se ha incrementado en relación con el año 1989, pasando de 184 a 224.