Además, los empresarios estiman que necesitarán entre dos y tres meses para realizar la adaptación, y que ello les supondrá un coste aproximado de entre 250.000 y 1.000.000 de pesetas, según la encuesta, para la que han sido sondeadas casi 6.500 empresas españolas.

Mientras que en1999 sólo el 11% de las pymes españolas se habían adaptado ya a la nueva moneda, a principios de este año esta cifra ha subido al 36%. Las empresas industriales son las que más optimismo y mejor grado de adaptación muestran.

La encuesta de las Cámaras pone de manifiesto que el grado de adaptación al euro disminuye cuanto menor es el tamaño de la empresa. También muestra que la mayoría de los empresarios creen que los precios de sus productos no se verán afectados por la introducción de la moneda única ya que sólo un 18% prevé un ligero repunte de los mismos.

Ademas, un 57% de las empresas cree que la nueva moneda traerá consigo más ventajas que inconvenientes, siendo, por orden de importancia, el redondeo, la contabilidad, la informática y la conversión de precios los principales problemas.

Por comunidades autónomas, Cataluña es la más avanzada en el proceso de adaptación a la moneda única, con un 52% de las empresas incorporadas, seguida de Castilla-La Mancha (50%), mientras que Baleares es a peor situada (17% de sus pymes adaptadas), junto con Murcia (32%) y Madrid (33%).

Para las Cámaras, los resultados de la encuesta deben ser "un toque de atención" para los empresarios porque, "sin llegar a ser alarmistas, las empresas que no hayan iniciado su proceso de adaptación en septiembre podrían encontrarse con problemas", sobre todo si se tiene en cuenta que la introducción física del euro coincide con el período de fuertes de ventas de Navidad y las rebajas.