En rueda de prensa en Estocolmo, el presidente indicó que es lógico que en una recesión "una parte importante de la sociedad haga un esfuerzo para ayudar a la parte que tiene dificultades".

Así, Zapatero señaló que "siempre he entendido la política fiscal como un instrumento que debe responder a la situación de la economía, sobre todo si hay cambios profundos".

En este sentido, quiso recordar que en su Gobierno ha hecho una reduccion de impuesto de dos puntos de PIB, unos 20.000 millones de euros, y que "en cuanto la circunstacia económica lo permita lo volveremos a hacer".

El líder del Ejecutivo reiteró que no se tocarán las rentas de trabajo ni el Impuesto de Sociedades, aunque sí se revisarán los 400 euros y se analizarán las rentas de capital, y agregó que todo se hará de manera "moderada y limitada".

"El Gobierno responde a cada situación económica, no es improvisado", dijo Zapatero, quien reiteró que será en la Ley de Presupuestos Generales del Estado cuando se conozca qué impuestos se revisarán.

En todo caso, apuntó que el Ejecutivo ya tiene las líneas generales de la reforma, si bien es fundamental el debate en el Congreso de los Diputados para lograr un amplio consenso con los grupos.

Además, se mostró convencido de que los ciudadanos entenderán que una pequeñas aportación de cada uno puede ayudar a muchas ciudadanos que se encuentran en situaciones difíciles por la crisis.