En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Zapatero explicó que los impuestos son una de las políticas con las que cuenta el Gobierno para hacer frente a las crisis.

La política fiscal "irá en la ley de presupuestos, que tiene que aprobar el Parlamento", donde será presentada a finales de septiembre.

Incidió, asimismo, en que "toda política fiscal debe responder a la situación económica". De igual modo que, ante un periodo de crecimiento económico y fuertes ingresos, "puedes y es conveniente bajar impuestos, como hemos hecho", cuando se produce una recesión económica grave y pasa a un primer plano la protección social "es lógico que no puedas hacer la misma política", sino otra "distinta", con diferentes matices.

Por ello, "habrá algún ajuste, algún cambio, alguna revisión, alguna al alza y alguna a la baja, porque son instrumentos" que el Gobierno ha de emplear para revitalizar la situación económica. Estas modificaciones, insistió, tendrán "carácter temporal".

También dejó claro que cualquier ajuste tendrá en cuenta la progresividad de los impuestos y preservará a la clase media y a los trabajadores.

A pesar de todo, Rodríguez Zapatero subrayó que se va a "preservar la moderación fiscal". El Ejecutivo, es este sentido, "considera que la actividad de las empresas y los ingresos deben ser preservados".

Por último, el presidente del Gobierno consideró que hay en la sociedad un "debate equivocado" en torno a los impuestos". En ese sentido, explicó que "los ingresos del Estado dependen de la actividad económica, fundamentalmente. Si hay crecimiento económico, los ingresos evolucionan favorablemente".