Durante su comparecencia en el Pleno del Parlamento, Ávila consideró "necesario" abordar esta reforma, al tiempo que ha destacado el consenso logrado para reformar el régimen jurídico de las cajas, con objeto de proporcionarles instrumentos más flexibles de captación de recursos propios.

Asimismo, valoró la oportunidad de llevar a cabo la modificación en estos momentos, "una vez se han encauzado los diferentes procesos de reestructuración de cajas en el país y antes de que se publiquen las pruebas de estrés de la banca europea", de manera que España llegue a ese momento "con la reforma del sistema financiero culminada".

El consejero pidió que se regule y se ponga a disposición de las cajas de ahorros instrumentos que "permitan captar capital y fortalecer sus recursos propios", así como conseguir "la mayor profesionalización de la gestión interna", los dos objetivos básicos de la reforma normativa.

Según Ávila, las entidades podrán persistir con el modelo tradicional, podrán emitir cuotas con derechos políticos o no, o podrán traspasar el negocio financiero a un banco propio, centrando la actividad en la obra social como caja o, incluso, como fundación.