Los magistrados de la sección cuarta, presididos por Juan-Ignacio Medrano Sánchez, han respondido en su auto hecho público este jueves que “la admisión de pruebas en la segunda instancia tiene un carácter restrictivo y extraordinario”, siendo además necesario que la prueba solicitada sea “absolutamente transcendental y de carácter excepcional”.

Para ello, se han basado en la jurisprudencia presentada por el Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo en la que argumentan que es preciso, también, “que la influencia de estos hechos en el pleito sea tan notoria que de no poder llevarse a cabo (la prueba) sobreviniera indefensión de la parte que pretende demostrarlos”.

Este recurso fue presentado por la empresa demandada tras la celebración del juicio por el accidente del Yak-42 que tuvo lugar el pasado mes de febrero por el juzgado de Primera Instancia número dos de Zaragoza.

En éste se solicitaba la aportación de una nueva prueba documental referida a los recursos de apelación interpuestos en la Audiencia Nacional y informe del coronel de Infantería Javier Merino González, sobre las circunstancias que rodeaban el estado del aeropuerto de Kabul.

Asimismo, solicitaba la retribución económica recibida por las familias demandantes a raíz de la concesión de la Medalla del Mérito ciudadano de la Comunidad de Madrid fuera descontada de las indemnizaciones. Tras la denegación del recurso de apelación presentado, cabe un nuevo recurso de reposición ante la misma sala.