Según informó hoy la Asociación El Defensor del Paciente, después de dos consultas y un preoperatorio, el 26 de noviembre de 2004 el joven acudió al Hospital Virgen de la Paloma de Madrid para ser intervenido de fimosis, pero el médico ahora condenado le realizó una operación de vasectomía bilateral.

Según esta asociación, el médico no se preocupó de examinar la historia cllínica del paciente, que dejó en la consulta, ni de hablar con él sobre el objeto de la operación.

El joven fue dado de alta el mismo día y, ya en su domicilio, pudo comprobar que no le habían operado de fimosis, aunque en un primer momento no supo qué intervención le habían realizado realmente. Tras acudir a un centro privado que le confirmó lo que ya sospechaba, fue remitido nuevamente a su urólogo, quien le confirmó que le había practicado erróneamente una vasectomía.

El paciente volvió a ser intervenido por el mismo médico, quien, bajo anestesia epidural, reconstruyó los conductos deferentes que habían sido seccionados y, a la vez, realizó la circuncisión que había quedado sin practicar, con lo que el joven recuperó la fertilidad.

El urólogo alegó en un primer momento que el equívoco se debió a un error en el parte y que la culpable era su secretaria, quien había puesto en la agenda vasectomía en vez de fimosis, y manifestó que el paciente, bajo anestesia local, debió haberle advertido. Sin embargo, el día del juicio decidió conformarse con la pena propuesta por el fiscal y la acusación particular.