Múgica, en declaraciones a Servimedia, valoraba así que haya un grupo de presos etarras de la cárcel de Nanclares de Oca (Álava) que estén disfrutando de beneficios penitenciarios por haber renunciado a la violencia y pedido perdón a las víctimas.

En este sentido, Múgica afirmó que "si esa política penitenciaria se ajusta a la ley penitenciaria, no hay nada que objetar".

En todo caso, se refirió a que si este cambio de postura de los etarras se presenta como "muestra de la debilidad de la banda", hay que pensar en que se ha llegado a este punto por "la acción del Estado de derecho y no ningún proceso ni de diálogo ni de conversación ni de entendimiento con los criminales".

Concluyó que el caso de estos etarras de la cárcel de Nanclares de Oca es "la prueba evidente de que hay que seguir golpeándoles todos los días del año".