Zapatero defiende ante el PSOE que sus medidas de ajuste serán valoradas como “adecuadas” a medio plazo

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió este sábado ante el PSOE que las medidas de ajuste que ahora generan críticas y descontento serán valoradas como “adecuadas” a medio plazo por la mayoría de los ciudadanos, porque son “imprescindibles” para consolidar la recuperación económica y la creación de empleo preservando el bienestar.

Ante el Comité Federal del PSOE, su máximo órgano de dirección entre congresos, reunido por primera vez tras la aprobación del plan de aceleración de reducción del déficit y de la reforma laboral, el presidente defendió que esas medidas son difíciles pero imprescindibles.

El objetivo del Gobierno es adelantar la recuperación económica y la creación de empleo, “y el de Rajoy es adelantar las elecciones”, como quedó claro en el Debate sobre el Estado de la Nación, aseguró el presidente ante los suyos.

En la línea de lo defendido por él mismo en ese debate, insistió en que la responsabilidad del PSOE es “con el interés de España, no con el de nuestro partido”, y apuntó que sería “deseable” que todos los partidos con pretensiones de gobernar “actuaran así”.

Todas esas medidas, explicó, tardarán un tiempo “razonable” en ser efectivas, y por ello los actuales son meses “decisivos” para asegurar el éxito de los esfuerzos encaminados a consolidar el cambio de modelo productivo, lo que llamó la “tercera modernización” de España.

En su exposición ante el Comité Federal de los motivos que le han llevado a acometer esas medidas, Rodríguez Zapatero se remontó a la entrada del euro en circulación y la facilidad de acceso al crédito, que condujo a un “crecimiento rápido” pero sobre “bases endebles” por un excesivo endeudamiento privado y una inversión encauzada a un sector poco productivo, la construcción.

A ese excesivo endeudamiento privado se unió un mercado laboral que “no podemos seguir manteniendo”, dijo, porque es excesivamente temporal y precario y es donde se dejan notar las crisis económicas.

Con ese escenario defendió el plan de ajuste fiscal, medidas duras que deben ser explicadas “una y otra vez” siendo “comprensivos” con quienes las critican, pero sin dudar de que son “necesarias, imprescindibles, y que a medio plazo se valorarán como las adecuadas, las que el Gobierno tuvo que tomar en su momento”.

También expresó su deseo de “máximo respaldo parlamentario” para la reforma laboral, que será válida para “mucho tiempo” y decisiva para la economía, y ante la que reiteró que no pretende “debilitar” los derechos de los trabajadores ni el papel de los sindicatos en su defensa.

Más allá de la discrepancia con los sindicatos, “que la hay”, el presidente aseguró que mantiene el diálogo con quienes ejercen un papel fundamental en el desarrollo económico y del empleo, y que seguirá esforzándose por trabajar “de manera conjunta” con ellos.

Llamó también a reformar “cuanto antes” la reforma de las pensiones, con consenso y en el Pacto de Toledo, pero sin perder de vista los cambios demográficos. “Cerrar los ojos hoy es enfrentarnos a una situación muy preocupante en unos años, y asumir la responsabilidad hoy es hacer un buen servicio al país”, argumentó.

Tras exponer todas las medidas y reformas emprendidas, el presidente respondió a quienes han apelado a ellas para afirmar, tanto desde la “buena fe” como desde posiciones “interesadas”, que la socialdemocracia tiene “problemas para mantener sus principios”.

Frente a esa tesis, subrayó que su Gobierno ha impulsado un “gran avance” del estado del bienestar cuyos pilares fundamentales se mantienen en pie a pesar de la mayor crisis conocida, y puso como prueba el incremento del poder adquisitivo de las pensiones mínimas o del salario mínimo interprofesional desde 2004.

Ese estado de bienestar es “financiable y mejorable” si se consolida un modelo económico sostenible, fuerte y competitivo, “y lo vamos a demostrar los socialistas” siendo, como siempre que ha ejercido el poder, una fuerza “modernizadora, capaz de proclamar reformas y de hacerlas, aunque sean difíciles”.

Esa misma fuerza seguirá demostrando, añadió como colofón, su capacidad “de integrar, de respetar identidades y de sentirnos orgullosos de defender la idea de España como cualquier otro” con la única diferencia de que a los socialistas “no nos gusta presumir de lo que es de todos, y la idea de España es de todos y para todos, no para ningún sector de manera excluyente”.

Convencido de obtener el respaldo del PSOE ante esas medidas, el presidente agradeció el apoyo “leal” en momentos de dificultad, que tiene “el mérito, y la marca de la casa”.

(SERVIMEDIA)
17 Jul 2010
CLC/caa