DEPENDENCIA

EL 84% DE LOS CUIDADORES DE PERSONAS DEPENDIENTES SON MUJERES

- Un 25% lo compatibiliza además con el empleo asalariado

MADRID
SERVIMEDIA

El 84% de los cuidadores que atienden a personas con dependencia son mujeres, según los datos del IMSERSO analizados por el Consejo Económico y Social (CES).

El CES precisa que dependiente, según la denominación del Consejo de Europa, es "aquel estado en el que se encuentran las personas que, por razones ligadas a la falta o la pérdida de autonomía física, psíquica o intelectual, tienen necesidad de asistencia y/o ayudas importantes a fin de realizar los actos corrientes de la vida diaria y, de modo particular, los referentes al cuidado personal".

Los últimos datos del "Libro blanco" del Imserso elevan hasta casi un millón (959.890) el número de personas que se consideran dependientes en España en algún grado, por lo que tienen necesidad de apoyo para su supervivencia. Se trata mayoritariamente de mayores de 65 años que viven en su domicilio.

Con estos datos, el CES llega a la conclusión que la atención a estas personas en España, y en general en los países de la Europa mediterránea, continúa siendo de carácter familiar y recae básicamente en las mujeres.

El 84% de esta atención la realizan las féminas y, lejos de rebajarse, este porcentaje se ha incrementado ligeramente en los últimos diez años.

Para el CES, los datos ponen de anifiesto que la responsabilidad histórica y socialmente atribuida a las mujeres en el entorno privado no cede en la práctica en favor de un reparto más equilibrado de las tareas, sino que la atribución de roles en función del sexo parece mantener su pauta más tradicional.

COMPATIBLE

De hecho, algo más de la mitad del colectivo femenino que desempeña la labor de atención a dependientes es ama de casa, si bien una cuarta parte tiene además otro trabajo asalariado.

En el caso de los hombres, la distribución de las ocupaciones es bien distinta. La mayoría de los que cuidan a los dependientes ha esperado a la jubilación para asumir esa tarea (54%), mientras que casi el 10% está en situación de paro y solamente el 4% declara ocuparse principalmente de las tareas del hogar.

Sin embargo, los datos analizados confirman un incremento del apoyo que reciben las cuidadoras por parte de otros miembros del hogar.

Las hermanas, los esposos y las hijas e hijos son, por ese orden, los que con más frecuencia ayudan a las cuidadoras, y todos ellos han aumentado su participación entre 1994 y 2004.

Destaca especialmente el crecimiento en el apoyo por parte de los hijos varones, que ha pasado del 10% al 19% en los últimos 10 años.

En cuanto a la edad de las personas dispensadoras de cuidados informales, la media se sitúa en los 53 años, lo que supone un envejecimiento medio de un año en el último decenio.

Con más detalle, el 28% de las cuidadoras tiene entre 50 y 59 años y un 24% entre 40 y 49. Se trata, por tanto, de mujeres que son amas de casa e incluyen las labores de atención a personas dependientes.

Además, en el 67% de los casos conviven también con su descendencia que, en una tercera parte de los casos, no ha alcanzado la mayoría de edad.

PADRES/HIJAS

Con todo, la relación que une a los atendidos con los cuidadores suele ser de parentesco muy próximo. Así, en el 57% de los casos los hijos son quienes asumen esta tarea, porcentaje que se ha incrementado un 10% en los últimos 10 años.

Después de los hijos, los dependientes son atendidos por los cónyuges, mientras que las demás opciones pierden fuerza, especialmente los nietos y nietas, que hace 10 años representaban el 17% de los cuidadores y ahora sólo el 5,5%.

La gran mayoría de los ancianos atendidos padece alguna enfermedad o sigue algún tratamiento médico, según declaran los propios cuidadores (95%), lo que añade complejidad a la labor de apoyo en el hogar.

Por nivel de estudios, el 17% no posee estudios, en tanto que un 43% ha terminado los estudios primarios. Sólo siete de cada cien cuidadores tienen, en cambio, estudios universitarios.

Finalmente, destaca cómo los cuidadores de personas dependientes se han visto obligados a reducir el tiempo de ocio o vida familiar e incluso un 40% se queja de que ni siquiera pueden irse de vacaciones.

Con todos estos datos, el 80% de los cuidadores dice asumir esta tarea como responsabilidad moral, lo que le produce satisfación personal.

Según los últimos datos del Instituto de la Mujer, también analizados por el CES, el abandono del trabajo por motivos familiares y personales (incluye dependencia, cuidado de hijos y otros) continúa siendo un fenómeno femenino. En el año 2004, cerca de 95.000 mujeres habían dejado su empleo por estas razones, frente a 3.500 varones.

(SERVIMEDIA)
30 Mayo 2005
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